Una sirena sospechosa 1966
Una escritora (Doris Day) es contratada por un científico para redactar su biografía. Por una serie de extraños enredos es tomada por una espía soviética, lo que provoca cómicas situaciones.
Una escritora (Doris Day) es contratada por un científico para redactar su biografía. Por una serie de extraños enredos es tomada por una espía soviética, lo que provoca cómicas situaciones.
Theodore, un ingeniero aeronáutico, debe someter a revisión un avión de su compañía. Después de examinarlo, detecta un cierto desgaste de los materiales que implicaría un riesgo lo bastante alto como para que le parezca oportuno advertir a la tripulación de un aparato que se encuentra en pleno vuelo.
Los resonantes descubrimientos de la astronáutica soviética son ensalzados en este mediometraje documental en donde se especula ya con viajes interplanetarios. La primera parte va sobre el fundador de la cosmonáutica Konstantin Tsiolkovsky, la historia de los cohetes y las perspectivas del desarrollo de la astronáutica. La segunda parte es una película de ciencia-ficción, donde se fantasea sobre cómo será la vida del hombre en el espacio profundo.
El científico de cohetes americano Stephen Mitchell (Howard Duff) trabaja para conseguir su objetivo de enviar el primer satélite artificial al espacio. Mientras tanto, Vanessa Mitchell (Cecile Chevreau), su esposa, está manteniendo una aventura con el científico Crenshaw (Andrew Osborn). Poco después de que Mitchell descubra esa relación, el satélite es lanzado antes de lo previsto y a su vez, su esposa y el amante desaparecen. Mitchell es acusado de asesinato y de haber dejado los cadáveres en el satélite. Para probar su inocencia, se ofrece voluntario para ir en busca del satélite.
Tsukuda Kohei was once a researcher with the Aerospace and Science Exploration Agency and now runs Tsukuda Industries, a small factory which was left by his father. Although his relationship with his teenage daughter Rina is somewhat strained, business at Tsukuda Industries has gradually started to improve. But Tsukuda puts too much effort into his dream of developing a rocket engine and business declines little by little. One day, a major client suddenly declares that it is dropping Tsukuda Industries. Then, Tsukuda Industries gets sued by a big rival company, Nakashima Industries, for patent infringement. Tsukuda Industries’ reputation is hurt and financing from banks is also in a desperate situation. In the midst of this, Teikoku Heavy Industries, one of Japan’s leading corporations, offers to buy a patent which Tsukuda Industries possesses for 2 billion yen